El 27% de los hombres repite ropa interior: esto es lo que pasa por hacerlo


Hablando en general existen 2 tipos de gentes,  los que les gusta analizar muchos aspectos antes de actuar y otras que se avientan sin pensar. Eso también sucede ante la elección de la ropa interior.

Las personas del primer tipo miran muy bien qué se ponen, al tiempo que se preguntan cuestiones de lo más variadas: que si sujetan bien, que si son anticuados, que si agarro ligue, o incómodos…

En el otro lado del espectro del comportamiento humano, hay multitud de individuos que, simplemente, ponen la mano en el cajón y extraen la primera pieza que agarran. Y punto. Pero, por lo que se ve, existe aún una tercera tipología y es más numerosa de lo que imaginábamos: la de aquellos tipos que, subyugados por la ley del mínimo esfuerzo, simplemente se enfundan los calzones, calzoncillos, tangas, suspensorios, o bóxers del día anterior… o del precedente a este.

Calzoncillos Superman Hombre Adulto México

 

Sí, las mismas trusas, bragas, chones, o bikinis porque en este tema, el género marca sin duda la diferencia: la mayoría aplastante de personas que repiten modelito de underwear sin pasar por la lavadora son hombres. No hay que obviar que la falta de higiene en esa zona —producida, cabe recordar, por el acúmulo de rastros de sudor, orina o heces— puede provocar serios problemas de salud, tanto en hombres como en mujeres.

"Es recomendable, en caso de alta sudoración, cambiarse de ropa interior pues la humedad es caldo de cultivo de microbios varios", Gema García Gálvez, ginecóloga en el Hospital Quirón de Madrid.

Es por eso que tienes que comprarte calzones!

 

 

¿Por qué ellas son más limpias?

Para la coach y experta en hábitos saludables Natalia Calvet, el tema de la ropa interior es tremendamente social. "Existe una presión muy elevada hacia las mujeres para ser perfectas, guapas y limpias, mucho menos acusada en el caso de los hombres. Además, este tipo de rutinas normalmente se crea por imitación de nuestros modelos de género, el padre en el caso de ellos y la madre en el de ellas, lo que hace que se repitan ciertos estereotipos de conducta", explica.

Es un tema —el de la adquisición de hábitos— que puede apreciarse también en el modo en que hombres y mujeres incorporan nuevas prácticas saludables. Las mujeres frecuentemente quieren hacerlo todo perfectamente perfecto, es decir, si lo que se han propuesto es hacer dieta, tienen que seguirla al 100% y si es ir al gimnasio, se imponen acudir cada día sin falta. Persiguen tanto la perfección que se frustran y pueden llegar incluso a tirar la toalla en el caso de que fallen. En cambio los hombres acostumbran a tener un approach más flexible. No tienden a autopresionarse tanto para conseguir la perfección.

Vale, pero entre el autopressing máximo y el pasotismo extremo hay un amplio margen, ¿no? Visto lo visto, queda claro que enfundarse unos gayumbos usados —algo que no se arregla girándolos del revés, dejémoslo claro— es, además de muy poco glamuroso, nada aconsejable si no quieres que una miríada de microorganismos acampe en tus partes más íntimas. Desaliñados del mundo, no os desaniméis: nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo (ni para cambiarse de gayumbos).


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