¿Cómo empezar una rutina de cuidado facial?
La rutina de cuidado facial tiene una secuencia clara. Ponerla en marcha es así de sencillo:
Limpieza: elimina los residuos con un agua y un jabón libre de parabenos. Puede ser neutro, a base de miel, avena, o leche de oveja.
Sérum: potencia tu rutina con un sérum que revitalice tu piel y la proteja del daño oxidativo.
Matryxil + Ácido Hialurónico + Argireline
Contorno de ojos: es la zona con la piel más fina del rostro, cuídala con un producto específico e ilumina tu mirada.
Hidratación: aplica una crema hidratante que se adapte a tu tipo de piel y a sus necesidades.
Fotoprotección: protege tu piel del fotoenvejecimiento y del daño oxidativo ocasionado por la radiación solar con un fotoprotector (protector solar) de alto SPF.
Maquillaje: Opcional.
Ya tienes el punto de partida. Ahora puedes ir probando diferentes soluciones según las necesidades que tengas en cada momento. La piel cambia y tus gustos y preferencias también pueden cambiar. ¡Nada mejor que tener una rutina bien estructurada pero abierta a nuevos retos!
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